Debido a que los azúcares se encuentran ocultos en alimentos comunes como el pan, los cereales, el yogur y las salsas, muchas personas consumen cantidades excesivas de azúcar sin siquiera darse cuenta. El estadounidense promedio consume diariamente más del doble de azúcar añadido: más de 17 cucharaditas. Además de causar aumento de peso, este consumo oculto de azúcar puede tener importantes efectos negativos para la salud.
Los picos y las caídas de azúcar en sangre provocados por el exceso de azúcar te hacen sentir con resaca, agotamiento y agitación constante. Con el tiempo, puede aparecer resistencia a la insulina, que agota la energía y aumenta los antojos. El azúcar también promueve el almacenamiento de grasa, especialmente la peligrosa grasa abdominal, y altera las hormonas, lo que provoca cambios de humor y brotes.
También afecta la piel. Consumir mucho azúcar causa glicación, que daña el colágeno y la elastina, y causa arrugas, opacidad y un tono de piel desigual. El fenómeno conocido como “bajada de azúcar” es real y evitable. Reducir el consumo de azúcar y consumir alimentos ricos en antioxidantes, como los cítricos y el té verde, puede ser beneficioso.
El azúcar también afecta la salud mental. La ansiedad, la depresión y la confusión mental se ven agravadas por las fluctuaciones del azúcar en sangre. Estudios han relacionado el consumo elevado de azúcar con un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo. Las comidas equilibradas en proteínas, fibra y grasas saludables promueven la estabilidad emocional y niveles de energía más constantes.
El exceso de azúcar puede dañar los nervios en situaciones más graves, provocando hormigueo o entumecimiento en manos y pies, lo cual es un signo de diabetes o prediabetes. Afortunadamente, estos síntomas se pueden revertir o controlar antes de que empeoren con una detección temprana y cambios en el estilo de vida.
Intenta restablecer tu nivel de azúcar para recuperar el control: elimina los azúcares añadidos, presta mucha atención a las etiquetas de los alimentos, bebe mucha agua, duerme lo suficiente y muévete con frecuencia. Puedes mejorar tu energía, tu piel, tu estado de ánimo y tu salud a largo plazo identificando las señales de alerta de un exceso de azúcar e implementando cambios intencionados. El azúcar es astuto, pero puedes resistir su influencia si eres consciente de ello y actúas.