La NASA finalmente ha descubierto el origen de una misteriosa señal a más de 320.000 kilómetros de distancia. Puede que aún estemos lejos de la colonización de Marte, pero la agencia espacial estadounidense ha logrado avances enormes en la exploración lunar y espacial. Gracias al Experimento del Receptor GNSS Lunar (LuGRE), un proyecto conjunto entre la NASA y la Agencia Espacial Italiana, científicos rastrearon señales GPS provenientes de la Luna.
El experimento LuGRE evalúa las señales GNSS como alternativa para la navegación lunar. Prueba si satélites como GPS y Galileo (que utilizamos en la Tierra) también podrían funcionar en el espacio exterior. Sorprendentemente, este fue el primer dispositivo espacial de fabricación italiana en aterrizar en la Luna. Y, tan solo un día después, el 3 de marzo a las 2:00 a. m. (EST), el experimento captó con éxito señales de navegación que abarcaban 390.000 kilómetros desde la Tierra.
Tras superar la enorme distancia de 362.000 kilómetros entre la Tierra y la Luna, la NASA logró la navegación GPS lunar. Estas señales se captaron en el llamado “espacio cislunar”, la zona entre la Tierra y la Luna. El seguimiento de señales desde tan lejos demuestra que las futuras misiones a la Luna o incluso a Marte podrían utilizar la navegación por satélite para orientarse, de forma similar a como utilizamos Google Maps aquí en la Tierra.
“En la Tierra, podemos usar señales GNSS para navegar en todo tipo de dispositivos, desde teléfonos inteligentes hasta aviones”, declaró Kevin Coggins de la NASA. “Ahora, LuGRE nos demuestra que podemos adquirir y rastrear con éxito señales GNSS en la Luna”. El éxito se produjo en etapas, y la carga útil LuGRE ya captaba señales a 339.900 kilómetros de la Tierra en enero. Luego, en febrero, rastreó señales GNSS a 390.000 kilómetros de distancia, estableciendo otro récord.
La adquisición de señales GNSS en la superficie lunar representa un logro importante en la tecnología de navegación espacial. Con estos datos, los científicos esperan que contribuyan a crear nuevos sistemas de navegación que hagan las misiones espaciales más seguras y eficientes. Coggins añadió: «Este es un descubrimiento muy emocionante para la navegación lunar, y esperamos aprovechar esta capacidad para futuras misiones». También se está considerando la posibilidad de construir redes de navegación lunar que podrían abrir la puerta a bases lunares a largo plazo, mejores misiones robóticas y aterrizajes más precisos. Este avance nos ofrece una visión más clara de cómo podría funcionar la navegación más allá de la Tierra, ampliando las fronteras para futuras misiones a la Luna, Marte e incluso más lejos.